La naturaleza puede ayudar a reducir los impactos del cambio climático en las ciudades

En un artículo conjunto, las investigadoras Sara Hobbie y Nancy Grimm, de las Universidades de Minnesota y Arizona, realizaron un análisis de las potencialidades de las estrategias basadas en la naturaleza para enfrentar los desafíos de la adaptación al cambio climático en el ámbito urbano.

Fuente: Conservamos por Naturaleza

Un reciente artículo publicado en la revista Philosophical Transactions B señala que las Estrategias Basadas en la Naturaleza (NBS, por sus siglas en inglés) tienen «potencial para reducir los peligros directamente relacionados al cambio climático; para amortiguar, en lugar de amplificar sus efectos, y para minimizar los impactos en los componentes sociales, ecológicos y técnicos en las ciudades».

Existen una serie de desafíos vinculados a la gestión del cambio climático en las ciudades. En el artículo, se abarcan principalmente tres: el aumento del nivel de los océanos y las tormentas costeras, las temperaturas extremas y las inundaciones. En el caso del primero, se precisa que las proyecciones indican un incremento de los niveles del mar de hasta 1.3 metros para el año 2100, lo cual tendría un efecto devastador para diversas ciudades asentadas cerca al nivel del mar (como el Callao, por ejemplo), exponiendo a la población a inundaciones que llevan hacia la pérdida de infraestructura de vivienda y a la migración forzada. Otros casos señalados son la zona sur de Florida, Nueva York (Estados Unidos) y ciudades del continente asiático como Tokio (Japón) o Manila (Filipinas).

El incremento de la temperatura hacia condiciones extremas tiene un importante efecto en la salud debido al aumento del estrés por las olas de calor y la sensación de sequedad; además, las altas temperaturas contribuyen a empeorar la contaminación del aire. Asimismo, las inundaciones producto de lluvias permanentes producen un debilitamiento de la infraestructura de transporte, saneamiento y agua potable, pudiendo llegar hasta el colapso, generándose impactos en la seguridad hídrica. Entonces, ¿qué se puede hacer a nivel local para enfrentar estos desafíos? La naturaleza podría dar una respuesta, según las investigadoras.

Las Estrategias basadas en la Naturaleza (NBS, por sus siglas en inglés) son «un conjunto de acciones con la finalidad de promover la calidad de vida (…) a partir del uso de diversos medios que busquen restaurar aspectos de la estructura y/o función de los ecosistemas naturales (no urbanos)», entre las que se encuentran la creación de espacios públicos abiertos y verdes, reforestación intencional, estanques de aguas pluviales, techos verdes, restauración de riberas de ríos o la conservación y protección de ecosistemas urbanos como las zonas marino-costeras o las lomas.

Por ejemplo, en Chicago (Estados Unidos) se identificaron una serie de medidas de gestión para reducir la vulnerabilidad de los bosques urbanos, entre ellas el incremento de diversidad de plantaciones en determinadas áreas de la ciudad y la instalación de sistemas de drenaje naturales para reducir las inundaciones: plantar especies adaptadas a las sequías, las inundaciones o las olas de calor podrían contribuir a mejorar la calidad de vida. Asimismo, la creación y conservación de espacios públicos verdes contribuirían a aspectos sociales como la mejora de la salud mental y física, reduce la violencia y el crimen.

Fuente: Chicago Region Trees Initiative.

En el caso de los techos verdes, se identificaron estudios en Beijing (China) que demostrarían que existe un efecto en la refrigeración de los edificios de alrededor de 1.5ºC, sobre todo en aquellos que cubrieron completamente sus azoteas con área verde, a diferencia de aquellos que cuentan con un porcentaje mínimo.

Fuente: Pinterest.

En conclusión, se podría hablar de un gran potencial para la adaptación a los efectos del cambio climático en las ciudades gracias a las NBS; sin embargo, se requiere mayor investigación para garantizar su efectividad, así como estudiar con mayor profundidad el costo-beneficio de estas medidas respecto a los enfoques tradicionales. Finalmente, este enfoque «tiende a ser más efectivo cuando coincide con la escala del desafío, apropiado para un lugar específico, en términos de sus aspectos sociales, culturales, ecológicos y entorno tecnológico».


Referencias

Hobbie, SE, Grimm NB. 2020. Nature-based approaches to managing climate change impacts in cities. Phil. Trans. R. Soc. B 375: 20190124. http://dx.doi.org/10.1098/rstb.2019.0124

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