«Pequeños defensores de la Naturaleza» protestan ante el derrame de petróleo en Ventanilla

Niños y padres se reunieron alrededor de una banderola verde que muestra la frase: “Los niños y niñas tenemos derecho a un mundo libre de contaminación”. Es inspirador que desde temprana edad se tenga el interés, el sentido del deber y la voluntad para actuar por el presente y futuro del planeta.

Esta ha sido la movilización de “Pequeños defensores de la Naturaleza”, organización infantil que cuenta con el apoyo de estudiantes de la Universidad Ricardo Palma (Lima, Perú). El domingo 6 de febrero se juntaron desde las tres de la tarde en el parque «El Olivar» del distrito de San Isidro, en un clima e intercambio agradable para el fluir de ideas e información relevante.

Con una curiosa banderola (que pueden apreciar en la imagen más abajo) y luego, junto con los padres y algunos integrantes de grupos ambientales juveniles, la organización se dirigió a las oficinas de Repsol –empresa de hidrocarburos que ocasionó el desastre ecológico en Ventanilla con el derrame de más de once mil barriles de petróleo–, para reclamar por las consecuencias en la fauna y flora, así como el impacto negativo en la calidad de vida de los pescadores en los alrededores del siniestro.

Tuve la oportunidad de acompañar a los pequeños defensores, quienes estuvieron cerca de una hora frente a las oficinas de la cuestionada empresa entonando arengas sobre la realidad de la situación. Exigieron a voz en cuello que se ejecutase un plan de contingencia y que no se tergiversara la información proporcionada a la ciudadanía sobre este desastre.

Recientemente, Repsol afirmó que existen avances “significativos” en la limpieza del mar. Sin embargo, según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), la contaminación permanece y está afectando áreas de conservación entre Punta Salinas y Punta Guaneras. También se comenta que las labores de limpieza acabarían en marzo. ¿Realmente se puede recuperar la biodiversidad con solo limpiar? Varias especies, como pingüinos y aves marinas, dejaron sus hábitats para dirigirse hacia zonas que no estuviesen sumergidas en el crudo.

Los niños la tienen clara. Se manifiestan frente a este golpe a la naturaleza a partir de las recomendaciones y estudios de científicos, quienes, conscientes de la pérdida de biodiversidad, reclaman la necesidad de una limpieza más profunda con el uso de tecnología, la intervención del Estado y, por si eso fuera poco, una pronta transición energética. A través de sus arengas, los pequeños defensores se plantan ante las injusticias y piden un mundo sin peligros para el ambiente, los animales y humanos por igual, pues ese será su legado.

Agradecezco a Vania Palomino y Ana Coronado por permitirme compartir una velada junto con los «Pequeños defensores de la Naturaleza». Pueden seguirlos en Facebook e Instagram.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s